Comer insectos puede tener algunos riesgos para la salud. Según un informe de la FAO ( organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación ), los riesgos más habituales son los siguientes:
- Sustancias antinutritivas y tóxicas que impiden o dificultan la absorción de nutrientes.
- Microorganismos patógenos ( bacterias ).
- Parásitos.
- Contaminantes químicos.
- Alergias y reacciones cruzadas.
La quitina es un compuesto que se encuentra en los caparazones de los insectos y no es digerible por los humanos.
La quitina es un polisacárido que se encuentra en la naturaleza y es el componente principal del exoesqueleto de los artrópodos, como los insectos y los crustáceos.
Comer insectos puede presentar riesgos para la salud. Según un informe reciente de la FAO ( Organización de la ONU para la Alimentación y la Agricultura), los productos a base de insectos pueden presentar riesgos alérgenos potenciales para los consumidores, en particular para aquellos que son alérgicos a los crustáceos debido a la reactividad cruzada. Además, los microbios patógenos de los insectos se consideran inofensivos para humanos, pero pueden transportar microorganismos perjudiciales para la salud, especialmente en condiciones higiénicas mal controladas. Según los expertos, este riesgo parece bajo, pero es una cuestión que requiere de mayor investigación. También se han relacionado diferentes especies de hongos con la microbiota que se encuentra en la superficie del cuerpo o intestino de insectos comestibles; y los genes de resistencia a los antimicrobianos ( RAM ), son una preocupación emergente, ya que pueden afectar a la salud de los humanos.