Las causas de la pobreza juvenil son múltiples y complejas. Según un articulo de El País, el 32% de la población de entre 20 y 29 años está en riesgo de pobreza o exclusión social, frente al 16% de los mayores de 65 años. Entre las causas principales se encuentra el mercado de trabajo, que ha sido precario desde hace décadas. Además, el precio de la vivienda y la precariedad laboral también son factores que contribuyen a la pobreza juvenil.
Es importante tener en cuenta que cada joven es único y puede enfrentar diferentes desafíos y dificultades. Por lo tanto, es necesario abordar las causas estructurales de la pobreza juvenil y aplicar políticas públicas que faciliten el acceso a la vivienda, impulsen el empleo de calidad y ayuden a paliar la situación de pobreza de las personas jóvenes mientras se resuelven las causas estructurales que llevan a esta situación.
La educación es clave para romper el ciclo de la pobreza.
Hay que apoyar programas educativos, para asegurar que los jóvenes tengan acceso a una educación de calidad.
