La decepción es un sentimiento de insatisfacción que surge cuando no se cumplen las expectativas sobre un deseo o una persona. Se forma al unir dos emociones primarias: la sorpresa ( o asombro ) y la pena ( o tristeza ). Algunas causas comunes de la decepción pueden incluir un desengaño amoroso, una traición o una mentira por parte de la pareja, de un familiar, de un amigo, o sentir que nos hemos fallado a nosotros mismos.
Los cambios que producen las decepciones pueden ser irreversibles. Este hecho puede no ser negativo, aunque siempre dependerá de la dirección en que se produzca la transformación dentro de nuestro corazón y mente. Sin embargo, si los cambios producidos por las decepciones son en sentido negativo, pueden ser fatales para nuestro propio ser.
Es importante recordar que aunque las decepciones pueden ser dolorosas, también pueden ser una oportunidad para crecer y aprender. En lugar de cerrarnos a nuevas experiencias o relaciones, podemos intentar ver las decepciones como un fracaso temporal que nos hará más fuertes, más sabios y más pacientes.